lunes, 25 de febrero de 2008

Lectura nº6 ciencia y método

CIENCIA Y MÉTODO:

La ciencia y el estudio científico deben emprenderse a partir de las experiencias personales de cada individuo.
Puede ser, una construcción personal que intenta explicitar mi experiencia y mis investigaciones, al plantear el significado y los objetivos perseguidos por la misma.
Hoy día la encontramos al servicio del poder establecido, es decir, funciona como un instrumento de dominación social.
La ciencia es una actividad humana y social, cuyos éxitos en la comprensión de la naturaleza han permitido al hombre acercarse al conocimiento de sus límites y humanidad, y han coadyuvado a desarrollar en él un sentimiento de prepotencia y de fe en las realizaciones humanas.Si bien en su faceta del hacer social es cada vez más consciente de su humanidad y límites. De hecho, su objeto y método se basan en el relativismo. Pero a la vez la ciencia es usada como mecanismo de dominación social, ya que el cuerpo científico se resiste al cambio de paradigma. Además, cuando los científicos explican un descubrimiento lo hacen en un lenguaje no universal, y nunca explican sus métodos de trabajo.Pretende describir y explicar la naturaleza, para que esto lleve al hombre al ideal de libertad. Todo estudioso aspira a que su especialidad adquiera el estatuto social de ciencia, pero con la resistencia a esto por parte de los científicos, uno de los grandes problemas es el establecimiento de criterios de demarcación de lo científico. Por lo tanto, es necesaria una definición abierta de la “ciencia” que incida en las notas de consciencia, sistematización y auto-limitación, como base para alcanzar el objetivo de llegar a ofrecer una explicación de la naturaleza.
Una concepción del mundo no es un saber en el sentido en que lo es la ciencia positiva. Consecuentemente la disección y separación entre concepción del mundo como un no-saber y ciencia como conocimiento (principios inconscientes para el sujeto), es más un esfuerzo analítico y teórico que un problema real. Así el método científico nos da los instrumentos para poder suplantar el esquema de un momento dado, por el de lo sucesivo, es decir, por su proceso permanente de reelaboración. Por lo tanto, el objetivo final de la ciencia, sus resultados provisionales, también constituyen una concepción del mundo, ya que parte de los sistemas de ideas vigentes para construirse.Lo esencial de la ciencia es el método. Los resultados de la ciencia no son más que un esquema provisional, algo relativo. El método científico no sólo nos ofrece la posibilidad de un esquema en un momento dado, sino asimismo los instrumentos para poder sustituirlo por el esquema sucesivo, en su proceso permanente de reelaboración, el método es la base acumulativa en la que se asienta el desarrollo científico. Por lo tanto, la ciencia asienta su desarrollo sobre la base de un método en constante proceso de transformación.Pero el método tampoco tiene amplias puertas para penetrar en el proceso científico, ya que la ideología impregna todas las etapas de la investigación y todas las formas expositivas. Si aceptamos que los sistemas de ideas juegan un papel complementario y no sólo sustitutivo, en el proceso del conocimiento, y que la comprensión científica incorpora un componente ideológico, los medios para llegar a un resultado no pueden ser una pretensión vana, sino que están influidos por la ideología del investigador y de su tiempo y circunstancia. Además esta influencia de la ideología se acentúa en las ciencias sociales.En el estado actual de la metodología científica distinguimos 4 etapas de investigación: descripción, clasificación, explicación y verificación. Además se usan alternativamente 3 modos de inferencia: deductivo, inductivo o inductivo-probabilístico y reductivo. Además de estas fases se supone que el investigador posee determinadas cualidades, como espíritu de observación, capacidad de abstracción, fantasía creadora, intuición, habilidad formalizadora y manual, y junto a todo esto es también consciente de su propia ignorancia y de la necesidad de buscar la verdad.Durante la etapa de descripción, la investigación no puede iniciarse sin la existencia de un acto cognoscitivo preanalítico, ya que el investigador cuenta con el paradigma en que se mueve científicamente, con la influencia ideológica externa que le condiciona y con una circunstancia personal que le motiva. La segunda etapa, la clasificación, supone la observación de los hechos, a la que sigue un proceso teórico de inferencia inductiva, en el que se trata de describir y clasificar los elementos y relaciones de la realidad que se estudia, para poder formular un conjunto de hipótesis provisionales. En la tercera fase, la de explicación, la hipótesis provisional se desarrolla deductivamente a través de un proceso que va de lo real a lo ideal y al revés. Como consecuencia de ese proceso se desarrolla una nueva síntesis teórica, y se formaliza para alcanzar el grado de modelo o teoría. Por último, en la fase de verificación, la síntesis teórica, que explica la realidad, debe superar la “contrastación intersubjetiva”. Para ello es comunicada a la comunidad en el lenguaje apropiado, y sentando premisas y conclusiones que se derivan de ella. La exposición la presenta como un todo estructurado, como una rica totalidad de determinaciones y relaciones diversas, como un proceso de síntesis.
Ambos métodos (investigación y exposición) deben distinguirse formalmente. La investigación abarca todo el proceso del conocimiento, la exposición sólo es posible cuando terminamos la primera etapa de la investigación: el proceso dialéctico, que permite la realización de un análisis empírico de la realidad objetiva que nos conduzca a la formulación de una hipótesis que explique la totalidad de los hechos de forma lógica y coherente.

martes, 19 de febrero de 2008

la velocidad del tiempo, una ídea, con lo que me quedo...

la velocidad del tiempo nos sorprende. Incoscientes continuos, comenzamos los proyectos como si el tiempo fuese eterno. como si contasemos con un tiempo que aun sabiendole determinado, se pudiese alargar indefinidamente.
y lo cierto es que su velocidad de transito aumenta según crecemos o al menos esa es la sensación...
queda ya lejos ese primer día de clase, esa primera valoración. El primer contacto, las expectativas.
Ahora, parece que octubre esta ahi al lado y sin embargo la andadura ha finalizado, al menos de momento.
Parece de rigor que si al comienzo del curso, desarrollamos nuestras expectativas y ambiciones al finalizar este, hagamos un proceso de recuerdo, una recopilación o una reflexión.

Lo fundamental, para mi tras haber cursado una materia, a parte de la nota y de la retórica que la acompaña, es la sensación.
Estoy por gusto haciendo esta carrera, y lo que me atrajo de ella, fueron precisamente,las sensaciones, la de haber aprendido y haber sumado a mi conocimiento una experiencia, si está puede ser aparte de académica, formaitiva mucho mejor.

En términos de conocimiento, tras unas semanas de asentamiento, de que el trabajo, ya como algo completo, fuese asimilado.
La conclusión es positiva, he aprendido, de materia económica mundial, de trabajo en grupo de compartir y de organización. Así como del proceso de interrelación sistemática y de nuesvas técnicas de adquirir conocimiento.
Se hace mítica la frase de los errores se aprende, soy consciente de que un trabajo demasido ambicioso. Trunco expectativas, se hizo largo costoso y ala hora de la exposición complejo y pesado. Lo cierto es que negar esto sería negar la evidencia. Pecamos de principiantes, en uno de los errores más garrafales en esta materia, venimos oyendolo desde mi primero...si tu objeto es demasiado grande no podrás tratar con el...y ciertamente, nuestro objeto fue demasiado grande. dando la sensación al que lo veía desde fuera un trabajo, en el que la reacion se hacia costosa. NO obstante tas horas de trabajo, nosotras encontramos esa relación, aprendimos del sistema mundo, de la globalización, de como se mueve la economia y como afecta a las migraciones.
Todo esto para alcanzar un objetivo, tan idealista como falto en cierta medida de viabilidad al menos en el corto plazo. Hallar las vías por las que el capitalismo y su nueva dinámica globalizadora, nos pueden conducir a algo nuevo, abriendo un viso a la esperanza del cambio.

Y es ahí donde está la mejor parte del trabajo, se que cambiaría cosas, reducirira de aqui y de ayi, restructuraría... no cometería los mismo errores en definitiva. Pero lo cierto es que es la primera vez que podemos soñar aprendiendo una materia, sobre bases objetivas con una materia tan ardúa como la economia. Aprendiendola pudimos un ratito soñar con otra undo posible. Conozco bien la reaccion a los sueños idealistas de los "jovenes" y soy consciente de que los juicios que se producen no estan falto de valor, no obstante el soñar trabajando al tiempo para ser buenos profesionales es la vía que algunos nos queda para la felcidad.

Agradecer la posibilidad del trabajo en grupo, ciertamente se aprende de otra manera, se interactua y nos posibilita llegar a mas relfexiones a mas posibilidades, a mas´conocimiento...
Se nos h apermitido sentirnos parte de un proyecto, dirigentes de él sujetos participativos y con valor, responsables de nuestro propio trabajo, al tiempo que guiados sutilmente. Esto es algo que no se da mucho y quedesde mi perspectiva hay que disfrutar.

sábado, 9 de febrero de 2008

RESUMENES SWEEZY COMPLETOS

INTRODUCCIÓN:

La sociedad es un número de individuos entre los cuales existen relaciones precisas y más o menos estables, que dan carácter y forma a esta.
Las ciencias sociales abarcan ramas del conocimiento que tienen por fin el estudio y la comprensión de estas relaciones y de sus cambios a lo largo del tiempo. Estas cosas son evidentes pero son muy importantes. Utilizamos como ejemplo la economía política para entender esto.

La economía política es una ciencia social, su materia se obtiene del campo de la producción y distribución de mercancías y servicios que la gente necesita y desea. Se podría decir como conclusión que la economía política estudia las relaciones sociales (interpersonales) de la producción y la distribución, que son, como cambian y su sitio en el conjunto de las relaciones sociales.

Pero ¿como ven esto los economistas? Cogiendo como ejemplo al profesor Lionel Robbins en uno de sus libros podemos ver que nos dice “La definición de la economía que lograría más adeptos…es la que la relaciona con el estudio de las causas del bienestar material”. Aunque el profesor no lo aborda desde este punto. Define la economía política: “La economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversa aplicación”. Esto parece la definición de una conducta humana; esta ciencia produce resultados adecuados a todas las formas de la sociedad, a las condiciones más diversas en cuanto a la clase de relaciones existentes entre los miembros de la sociedad.

El profesor Robbins como otros economistas les disgusta pensar que la economía política es una ciencia social y por eso no lo afirman pero dicen que la materia de la economía como algo social y colectivo. Además nos explica que consideran el sistema económico en términos de relaciones entre hombres y cosas.

Los economistas modernos tienen interés por las investigaciones sociales. Aplicando o utilizando el aparato conceptual de la teoría económica, se tropieza inevitablemente con las relaciones sociales y es preciso ponerlas a discusión.

La exposición de la teoría económica es principalmente un proceso de construcción e interrelación de conceptos que han sido despojados de todo contenido específicamente social. En la aplicación real el elemento social puede ser introducido por medio de exposiciones ad hoc que especifican el campo de la aplicación. Para explicarlo ponemos como ejemplo el concepto salario.
Término del lenguaje corriente, significa las cantidades de dinero pagadas a intervalos cortos, por un patrono a sus obreros asalariados. La teoría económica ha vaciado este contenido social y ha redefinido la palabra como el producto imputable a la actividad humana empeñada en un proceso productivo en general. El concepto se convierte en una categoría universal de vida económica en vez de una categoría adecuada a una forma histórica particular de la sociedad.
Los economistas introducen las suposiciones institucionales y sociales que sean necesarias a fin de que el salario tome la forma de pagos de dinero, de los patronos a los obreros asalariados. Lo que hay tras esta forma se deriva de los teoremas de la productividad que están vacíos de contenido social.

Es difícil considerar el salario de productividad como el salario razonable, el ingreso que el obrero percibiría bajo un orden económico equitativo y justo.
No nos referimos a las justificaciones del sistema económico sino a un empleo mucho más sutil de la teoría de la productividad como norma de deseabilidad por los críticos del statu quo.

Se critica el sistema económico actual en la medida en que no llega a adaptarse a un patrón hecho de conceptos que carecen de contenido social.

En cada caso los conceptos se toman del lenguaje corriente, se les extrae el contenido social y las categorías universales que resultan se aplican indistintamente a toda clase de sistemas económicos. Difieren unos de otros en cuestiones de forma, no esenciales en los que concierne al economista. Puede ser que sean evaluados no en términos sociales, sino con relación a modelos abstractos que se piensa tienen prioridad en importancia lógica.

El economista elude una exploración de las relaciones sociales consideradas como concernientes a los problemas económicos.
Hay un sentimiento difundido de insatisfacción con los economistas y sus obras. Siendo este el caso, el procedimiento más fructifero seria emprender un examen de los dogmas y creencias centrales de la económica política moderna, desde sus deficiencias como verdadera ciencia social de las relaciones humanas. El análisis crítico es en el mejor de los casos una ingrata tarea.

Creemos que hay razones para abandonar la doctrina aceptada y explorar otra forma de emprender el estudio de los problemas económicos asociada a Kart Marx. Sabiendo que el quiso decir lo que dijo e intentando descubrir de una manera modesta lo que se pueda.


I. EL MÉTODO DE MARX
En el objetivo en este capitulo es exponer los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política .La mayoría de las contribuciones de Marx son a nivel metodológico.

1. El uso de la abstracción .Marx era partidario del método abstracto-deductivo. Este, es un principio, el de la abstracción, que por si solo, no solo no aporta conocimiento, sino que supone un problema cuando pretendemos aplicarlo, es decir, que uno debe decidir cuando si debe y cuando no debe utilizarlo, el método de la abstracción. A raíz de esto surgen dos preguntas:

¿Qué problema se examina? ¿Cuáles son los elementos esenciales del problema?

Sabiendo las respuestas nos será mucho más fácil saber cuándo podemos abstraer. Pero realmente, surge otro problema que se observa solo con saber la respuesta a la primera preguntas, y es: que los economistas no siempre han estado de acuerdo con sus objetivos. Por lo tanto y si seguimos hablando de la abstracción, cada economista la utilizara de una manera deferente y “cada uno puede tener razón desde el punto de vista del problema estudiado”.

Una vez determinado este primer paso, el siguiente paso es determinar lo que es esencial y lo que no, “por desgracia la metodología no puede suministrar respuestas ya hechas”, por lo tanto en la practica se formulan hipótesis a cerca de lo esencial que se comprobarán con los datos de la experiencia.

En 1842 Marx acepto la dirección de la recién fundada Rheinische Zeitung que al poco tiempo fue clausurada por las autoridades, y desde este momento Marx “se encuentra libre”, además vio la oportunidad y se lanzó al estudio intenso del socialismo y el comunismo de la historia de Francia y de la economía política inglesa. Desde este momento el estudio económico fue su principal ocupación.

La mayor preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, pero sobretodo el proceso de cambio social. Intentó mostrar la interrelación entre los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. Llego a la conclusión, con todos sus estudios, que la clave del cambio social está en los movimientos del modo de producción, lo que le llevo al estudio de la economía política, desde la perspectiva de las leyes que determinan el cambio en los modos de producción.

Otra conclusión a la que llego fue que “la fuerza económica en acción se manifiesta en conflicto de clase bajo el capitalismo, como bajo las formas anteriores de la sociedad”. La sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado. Marx selecciona la relación capital-trabajo que surgen en el ámbito de la producción industrial y son las más importantes de la sociedad capitalista moderna.
Los economistas se ocupan de los individuos en la medida en la que suponen categorías económicas. ¿Cuál es la cualidad de esta relación capital-trabajo? Sencillamente es una relación de cambio. A todo lo que se destina al cambio se le denomina mercancías.

Sweezy hace plantearnos si Marx es abstracto o no. Explica que el propósito de la abstracción en las ciencias sociales no es en ningún momento alejarse del mundo real. Como todos los autores Marx ha tenido apoyos y muchas críticas.
Un gran número de las críticas que ha recibido la economía política de Marx estaban orientadas a las suposiciones con las que trabaja. Si queremos ver si las críticas son apropiadas tienen que responder a estas tres preguntas:

¿Están hechas con la debida consideración del problema que se estudia? ¿Elimina los elementos no esenciales del problema?
¿Se obtienen de eliminar los elementos esenciales?

El carácter histórico del pensamiento de Marx.
En el objetivo en este capitulo es exponer los principales elementos de la actitud de Marx ante la economía política .La mayoría de las contribuciones de Marx son a nivel metodológico.

1. El uso de la abstracción .Marx era partidario del método abstracto-deductivo. Este, es un principio, el de la abstracción, que por si solo, no solo no aporta conocimiento, sino que supone un problema cuando pretendemos aplicarlo, es decir, que uno debe decidir cuando si debe y cuando no debe utilizarlo, el método de la abstracción. A raíz de esto surgen dos preguntas:

¿Qué problema se examina? ¿Cuáles son los elementos esenciales del problema?

Sabiendo las respuestas nos será mucho más fácil saber cuándo podemos abstraer. Pero realmente, surge otro problema que se observa solo con saber la respuesta a la primera preguntas, y es: que los economistas no siempre han estado de acuerdo con sus objetivos. Por lo tanto y si seguimos hablando de la abstracción, cada economista la utilizara de una manera deferente y “cada uno puede tener razón desde el punto de vista del problema estudiado”.

Una vez determinado este primer paso, el siguiente paso es determinar lo que es esencial y lo que no, “por desgracia la metodología no puede suministrar respuestas ya hechas”, por lo tanto en la practica se formulan hipótesis a cerca de lo esencial que se comprobarán con los datos de la experiencia.

En 1842 Marx acepto la dirección de la recién fundada Rheinische Zeitung que al poco tiempo fue clausurada por las autoridades, y desde este momento Marx “se encuentra libre”, además vio la oportunidad y se lanzó al estudio intenso del socialismo y el comunismo de la historia de Francia y de la economía política inglesa. Desde este momento el estudio económico fue su principal ocupación.

La mayor preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, pero sobretodo el proceso de cambio social. Intentó mostrar la interrelación entre los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. Llego a la conclusión, con todos sus estudios, que la clave del cambio social está en los movimientos del modo de producción, lo que le llevo al estudio de la economía política, desde la perspectiva de las leyes que determinan el cambio en los modos de producción.

Otra conclusión a la que llego fue que “la fuerza económica en acción se manifiesta en conflicto de clase bajo el capitalismo, como bajo las formas anteriores de la sociedad”. La sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado. Marx selecciona la relación capital-trabajo que surgen en el ámbito de la producción industrial y son las más importantes de la sociedad capitalista moderna.
Los economistas se ocupan de los individuos en la medida en la que suponen categorías económicas. ¿Cuál es la cualidad de esta relación capital-trabajo? Sencillamente es una relación de cambio. A todo lo que se destina al cambio se le denomina mercancías.

Sweezy hace plantearnos si Marx es abstracto o no. Explica que el propósito de la abstracción en las ciencias sociales no es en ningún momento alejarse del mundo real. Como todos los autores Marx ha tenido apoyos y muchas críticas.
Un gran número de las críticas que ha recibido la economía política de Marx estaban orientadas a las suposiciones con las que trabaja. Si queremos ver si las críticas son apropiadas tienen que responder a estas tres preguntas:

¿Están hechas con la debida consideración del problema que se estudia? ¿Elimina los elementos no esenciales del problema?
¿Se obtienen de eliminar los elementos esenciales?


Para Marx la realidad social supone “un juego de relaciones determinadas”, es un proceso que no tiene finalidad.

El proceso de cambio social no es mecánico, es el resultado de la acción humana, los hombres crean su propia historia; pero no exactamente como ellos quieren porque están limitados por unas circunstancias.

Para el marxista, el específico carácter histórico del capitalismo es una premisa mayor. Es en virtud de este hecho como el marxista puede permanecer fuera del sistema y criticarlo en su conjunto. Además puesto que la acción humana misma es responsable de los cambios que el sistema sufre y sufrirá, una actitud crítica es no solo intelectualmente posible sino también moralmente significativa.

II. EL PROBLEMA DEL VALOR CANTITATIVO:


Introducción:

Mercancía: es todo lo que se produce para el cambio; su estudio por consiguiente es el estudio de la relación económica del cambio. Marx, empieza por analiza “ la producción simple de mercancías” – cada productor posee sus propios medios de producción y satisface sus necesidades por el cambio con otros en situación similar.
La escuela clásica (Adam Smith):
El cambio se liga al echo tecnológico central de la vida económica, la división del trabajo está como origen de todo aumento de productividad.
Pero es incapaz de concebir la división del trabajo independientemente del cambio, es en efecto, anterior a la división del trabajo y causa de ella.
implicaciones:
1) la producción de mercancías es la forma universal e inevitable de la vida económica. Cceconómica= cc de la producción de mercancías.
Desde el punto de vista de los problemas de la economía tienen un carácter exclusivamente cuantitativo.
La alternativa (Marx):
División del trabajo: como una condición necesaria para la producción de mercancías, pero de aquí no se sigue que a la inversa, la producción de mercancías sea una condición necesaria para la división del trabajo.
“ los productos sólo pueden convertirse en mercancías, los unos en relación con los otros, como fruto de diferentes clase de trabajo, siendo cada clase, realizada independientemente y por cuenta de individuos privados”.
Se niega que la división del trabajo este necesariamente ligada al cambio, la producción de mercancías no la forma universal e inevitable de la vida económica. Es una de las formas posibles.
Implicaciones:
1) la producción de mercancías pasa a ser una materia válida de la investigación histórico social.
2) el economista ya no puede cerrarse únicamente a las relaciones cuantitativas, debe dirigir su atención también al carácter de las relaciones sociales subyacentes, es decir, incluimos también lo cualitativo.
La relación cuantitativa de A Smith oculta que tras ella, hay una relación específica, históricamente relacionada, entre productores.
( Petry llama al análisis de la primera- el problema del valor cuantitativo- y la segunda- el problema del valor cualitativo-)
Por su posible dificultad para entenderlas , vamos a examinarlas una por una. ( 1º el valor cualitativo)

Valor de uso:

Toda mercancía tiene un doble aspecto, el valor de uso y el valor de cambio.
El valor de uso: no da a ninguna mercancía ningún carácter peculiar. Expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido.
La economía política es una ciencia social de relaciones entre gentes. De ahí, se sigue que el valor de uso como tal queda fuera del campo de investigación de la economía política.
Marx: excluía el valor de uso (que ahora se llamaría utilidad) en virtud de que nos da cuerpo directamente a la relación social.
Las categorías de la encomia politica debe de de ser categorías sociales que representen relaciones.
La teoría económica moderna: contrasta fuertemente, Robbins “ consideramos el sistema político como una serie de relaciones interdependientes aunque conceptualmente directas entre los hombres y bienes económicos” aquí el valor de uso ocupa una posición central.
Pero no se debe pasar por alto, que sus puntos de partida son diametralmente opuestos.
No supone para Marx, no deba jugar ningun papel, si no que es un prerrequisito del consumo no está excluído de la cadena causal de los fenómenos económicos.

Valor de cambio:

Poseyendo valor de cambio los unos con relación con los otros, las mercancías exhiben su característica única. Es en calidad de mercancías como los productos tienen valor de cambio. Aparece como una relación cuantitativa entre cosas, entre las mercancási mismas.
La propuesta de Marx:
La relación cuantitativa entre cosas, que llamamos valor de cambio, es en realidad, sólo una forma dexterior de la relación social entre propietarios de mercancías.
La relación de cambio como tal, es una expresión del hecho de que los productores individuales, trabajando aisladamente cada uno, trabajan en realidad los unos para los otros. Su trabajo tiene carácter social que les es impreso por el acto de cambio.
Lo que halla expresión en la forma del valor de cambio es, por consiguiente, el hecho de que las mercancías son productos del trabajo humano en una sociedad basada en la división del trabajo, en la que los productores trabajan privada e independientemente.
En términos estrictos, el concepto de valor de cambio sólo se aplica “ cuando las mercancías estás presentes en plural”. Una mercancía individual posee la calidad social , en esta calidad social, una mercancía es para Marx, siempre una mercancía, un simple “ valor”.
Como valor de uso, una mercancía es un rasgo universal de la existencia humana , presente en todas las formas de sociedad. Como valor una mercancía, es un rasgo de una forma histórica específica de sociedad que se distingue por dos características principales:
división del trabaj desarrollada.
Producción privada.
Es esencial darse cuenta, de que fue este análisis de las caracterñisticas sociales de la producción lo que condujo a Marx a identificar el trabajo como una sustancia de valor.

Trabajo y valor:

El requisisto es que todas las categorías económicas deben representar relaciones sociales. Condujo a Marx a un trabajo considerado como “ el valor que yace oculto detrás” del valor de cambio.
El trabajo tiene dos aspectos:
correspondiente al valor de uso: le corresponde . el trabajo útil.
El valor de la mercancía que produce: actividad productiva. Trabajo abstracto.

Llamamos trabajo útil: cuya útilidad esta representada así por su valor en uso de su producto o que se manifiesta haciendo de su producto un valor de uso. La naturaleza coopera tanto activa como pasivamente en el proceso de producción de valor de uso.
La actividad productiva si dejamos de lado el carácter útil, no es más que el gasto de fuerza humana de trabajo; gasto de trabajo humano en general.
Cuando Marx habla de que el trabajo es la sustancia de valor, se refiere al trabajo abstracto.

El trabajo abstracto:

El trabajo abstracto representado en el valor de las mercancías es un concepto importante.
Es abstracto, sólo en el sentido completamente recto de que se pasan por alto, todas las características especiales que distinguen una clase de trabajo de otra. Es el equivalente de “ trabajo general”; es lo común a toda actividad humana productiva.
Marx no pensó ser el primero en introducir la idea de trabajo en general en la economía política, ahí quedan los trabajos de Franklin, o de A Smith o de Ricardo. Partió de una idea básica de la escuela clásica, le dio expresión exacta y explícita, la desarrolló y la utilizó en el análisis de las relaciones sociales, eso sí a su propia manera.
La reducción de todo trabajo a común denominador, no es una abstracción arbitraria. Es más bien como diría Lukacs, “una abstracción que pertenece a la esencia del capitalismo”. La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mucho mayor a cualquier otro previo. En estas circunstancias, las diferentes clases específicas de trabajo que hay y las cantidades relativas de cada una vienen a tener una importancia secundaria. Ya que es el volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel general de desarrollo mucho más importante. De ellos dependen las potencialidades productivas de la sociedad. Esta conclusión es generalmente aceptada por el mundo moderno dado que brota de la experiencia. Marx subrayará, que esta abstracción de trabajo no es si no el resultado de una suma concreta de diferentes clases de trabajo. El trabajo se ha convertido aquí, en un medio de crear riqueza en general y ha dejado de desarrollarse junto con el individuo en un destino particular. En resumen: trabajo abstracto es la suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo depende la capacidad productora de riqueza de la sociedad.

6. La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor:

El hecho de que el trabajo abstracto sea la sustancia del valor, implica una tesis. Una mercancía, es un artículo útil que ha sido producido por una suerte especial de trabajador, que trabaja privadamente y aislado del resto de la sociedad. La cuestión es que tiene de común con todas las demás mercancías, y es que todas ellas son valores, absorben una parte del total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad. Es decir todas ellas son trabajo abstracto materializado. Lo que hace de la mercancía el punto de partida y la categoría central de la economía política de los tiempos modernos.
Hemos llegado a estas conclusiones a través de un análisis puramente cualitativo que parece tener poco que ver con el problema cuantitativo. La cuestión es que la significación básica, como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo son determinadas por el análisis cualitativo.
Desde un punto de vista formal a la teoría del valor cuantitativo sólo le corresponde descubrir las leyes que rigen las proporciones relativas en que las mercancías se cambian unas por otras. Es únicamente cuestión de valor de cambio. Y ya sabemos que el valor de cambio es tan sólo la forma fenomenal bajo la cual se oculta el valor mismo. El hecho de que una mercancía sea un valor significa que es trabajo abstracto materializado. Si tenemos en cuenta que el trabajo abstracto es susceptible de medida en términos de unidades de tiempo, la significación del valor como categoría cuantitativa diferente del valor de cambio se hace visible. “la magnitud del valor expresa… la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo” la tarea central de la teoría del valor cuantitativo surge de esta definición del valor como magnitud.
Observar como son el “trabajo socialmente necesario” y “el trabajo simple” los receptores de la mayoría de los ataques a la economía política de Marx. No es valadí que pertenezcan al aspecto cuantitativo de la teoria del valor. La actitud de los críticos hacia el problema del valor los ha inclinado a preocuparse por las proporciones del cambio, perdiendo de vista el carácter de las relaciones sociales. De ahí que se formulen extensos juicios sobre trabajo socialmente útil y apenas se diga nada del trabajo abstracto.



7. el carácter fetichista de las mercancías:

El análisis de las mercancías nos conduce a ver en el valor de cambio una relación entre productores en un sistema determinado de la división del trabajo, y el trabajo particular de los individuos una parte integrante de la suma de fuerza de trabajo de la sociedad. Es decir, hemos buscado las formas de organización social para descubrir la sustancia de las relaciones sociales. El que podamos hacer esto no indica sin embargo, que las formas no sean importantes, tienen por el contrario la mayor importancia. Este principio se aplica con fuerza peculiar a las mercancías y a la producción de mercancías. Las ideas a las que esta forma de organización da origen a menudo solo tienen una relación remota y desnaturalizada con las relaciones sociales reales que yacen bajo ella. En su doctrina del fetichismo de la Mercancía, Marx fue el primero en percibir este hecho y darse cuenta de su decisiva importancia para la ideología de la época moderna.
En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres tiene forma de una relación entre cosas. Esta materialización de las relaciones sociales, es el corazón de la doctrina del Fetichismo de Marx.
En períodos anteriores de la historia, cuando las relaciones tenían carácter personal, tal materialización de las relaciones era imposible. Sólo cuando la producción adquiere un desarrollo como para dominar la vida de la sociedad, el fenómeno de la materialización adquiere importancia decisiva. Esto ocurre en el capitalismo de la Europa occidental de los siglos XVII y XVIII. Este es en verdad, “ un estado de la sociedad en el que el proceso de la producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él” y en el que, por consiguiente, el carácter real de las relaciones entre los productores está deformado y oscurecido.
Una vez que el mundo de las mercancías ha realizado su independencia el orden social se convierte en una segunda naturaleza.
Las consecuencias para la estructura del pensamiento son profundas:
La aplicación de métodos de la ciencia natural a la sociedad hunde sus raíces en un cambio de actitud hacia la sociedad reflejo del florecimiento de la producción de mercancías.
El carácter impersonal y automático del orden económico tiene sus raíces en las doctrinas afines de la ley natural y el automatismo social, esclarecidas por la teoría del Fetichismo, de Marx.
La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento económico tradicional:
Las categorías de la economía capitalista han sido consideradas como si fueran las inevitables categorías de la vida económica en general.
La atribución de poder independiente las cosas no es en ninguna parte más clara que en la división tradicional de los “factores de producción” en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa que “produce” un ingreso a sus propietarios.
Es evidente que la forma de producción de mercancías constituye el velo más eficaz posible para ocultar el verdadero carácter de clase de la sociedad capitalista. Como propietarios de mercancías todos ellos están en un plano de igualdad perfecta; el obrero no advierte que su falta de acceso a los medios de producción le obliga a trabajar en condiciones dictadas por aquellos el monopolio de los medios de producción y que por consiguiente está siendo explotado en beneficio de otros. El mundo de las mercancías, por el contrario, aparece como un mundo de iguales. El obrero enajena su fuerza de trabajo, la cual permanece opuesta a él como cualquier mercancía a su propietario. La vende y mientras se le pague su verdadero valor, todas las condiciones del cambio justo están satisfechas. Aparece así la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales. Sobre esta base se ha levantado toda la vasta superestructura de principios éticos y legales que sirven para justificar el orden existente y para regular la conducta de los hombres hacia él. Es sólo mediante un análisis crítico de la producción, a través de las relaciones subyacentes hombre a hombre, como podemos ver con claridad el carácter históricamente relativo de la justicia capitalista. Este ejemplo muestra que la doctrina del Fetichismo tiene implicaciones que rebasan los límites convencionales de la economía política y del pensamiento económico.
La producción a fomentado la ilusión y ocultado el verdadero carácter de las relaciones sociales a las que da cuerpo, ha creado a la vez la racionalidad económica de los tiempos modernos, en un sentido de adaptación deliberada de los medios a los fines, presupone un sistema económico sujeto a ciertas leyes objetivas. Dada esta condición el individuo puede alcanzar el resultado óptimo. Esta condición no supone que consideremos al sistema como un todo planeado y racional. Por el contrario, exhibe una intensa racionalidad de sus procesos parciales al tiempo que se da una creciente irracionalidad del funcionamiento del sistema como un todo.
De este capítulo destacar que la teoría del valor cuantitativo con su corolario en la doctrina del Fetichismo de la Mercancía, es el primer paso esencial en el análisis marxista del capitalismo.




III. EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO:


El primer paso:

En toda sociedad, es esencial que el trabajo se aplique a la producción y que los productos sean distribuidos entre los miembros de la sociedad. Lo que cambia con el curso de la historia es el modo de llevar a cabo estas actividades de producción y distribución.
El valor de cambio: es un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva.
La tarea de la teoría del valor cualitativo: es descubrir las implicaciones de la forma de producción en términos de relaciones sociales y consciencia social.
La tarea de la teoría del valor cuantitativo: es descubrir la naturaleza de estas leyes en términos cuantitativos.
No debemos perder de vista que el valor de cambio mismo, es sólo el comienzo de la ciencia económica y no su objetivo último.
Marx como primera aproximación, supone que existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo trabajado. Las desviaciones que ocurren en la práctica pueden ser consideradas en subsecuentes aproximaciones a la realidad.
Tenemos que introducir dos calificaciones obvias:
en la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más trabajo que el “socialmente necesario”, es decir, necesario en las condiciones sociales existentes. “ el tiempo de trabajo socialmente necesario es el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado”.
El trabajo más calificado debe tener, correlativamente, una mayor capacidad de producir valor. La relación entre los dos tipos de trabajo es teóricamente susceptible de medición independientemente de los valores de mercado de sus productos. Aquí hay dos posibilidades:
la diferencia entre dos obreros es cuestión de habilidad natural; el más diestro se manifiesta independientemente de la línea de producción. Por consiguiente sólo hay que establecer una relación cuantitativa, una vez hecho, podemos reducir estas dos clases de trabajo a un denominador común en términos de creación de valor.
Si la diferencia es una cuestión de entrenamiento, se trata de que el obrero superior no solo emplea en la producción su propio trabajo, si no también indirectamente aquella parte del trabajo de sus maestros.
En la practica, las diferencias en pericia pueden ser el resultado de una combinación de ambas, habilidad y diferencias en el entrenamiento, en principio se les puede tratar de acuerdo con los dos casos básicos. La influencia de estos dos factores se hace sentir de forma lenta e imperfecta. Por esta razón Marx, hizo notar que “las diferentes proporciones en que diferentes clases de trabajo se reducen a trabajo no calificado como su norma, son establecidas por un proceso que se da a espaldas de los productores y, en consecuencia parecen ser fijadas por la costumbre”
Los críticos de la teoría del valor de Marx, alegan que la reducción del trabajo calificado a trabajo simple implica razonar en un círculo vicioso. La mayor capacidad del obrero más calificado para crear valor se deduce del mayor valor de su producto. Si así fuera la crítica sería válida.
Pero no debemos perder de vista que las diferencias en habilidad natural son más o menos constantes aun cuando son transferidos de una línea de producción a otra. Las cualidades que hacen a un buen obrero no difieren mucho de una ocupación a otra. Quedando así demostrada la viabilidad teórica de reducir el trabajo calificado a trabajo simple. Si bien no podemos negar excepciones, pues hay casos que contradicen esta suposición se trata de los individuos muy hábiles en alguna línea de actividad especial pero cuya capacidad general no es en ningún caso notable. A esto alega que se trata de casos excepcionales a los que no responde la vasta mayoría de los obreros. Los talentos especializados no tienen gran importancia.
Resaltar que en el I capitulo del Capital Marx tarta el tema de las mercancías, pero en el se acentúa el problema del valor cualitativo, no intentando ir más allá que una primera aproximación en el caso del problema cuantitativo según la cual, las mercancías se cambian unas por otras en proporción a la cantidad de trabajo socialmente necesario incorporada en cada una. A continuación se tratan las ideas básicas de Marx sobre el tema del valor.

El papel de la competencia:

Es necesario que veamos bajo que condiciones las proporciones del cambio corresponderían exactamente a las proporciones del tiempo de trabajo. Según la teoría de Adam Simth, se puede demostrar por exclusión que sólo una proporción de cambio, a saber la de un castor por dos ciervos, en el ejemplo, constituye una situación estable. Si esta proporción rige en el mercado, los cazadores de castores no tendrán incentivos para dedicarse a la caza del ciervo y a la inversa. Por consiguiente es la proporción de cambio que puede conservar el equilibrio.
Para este resultado son necesarias dos suposiciones, los cazadores deben tener el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualesquiera ventajas que puedan presentarse en el curso del cambio, trasfiriendo su trabajo de una línea de producción a otra. Dada esta clase de competencia en una sociedad de producción simple la oferta y la demanda estarían equilibradas sólo cuando el precio de la mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla. Por lo tanto, no sólo no contradice la teoría basada en el trabajo si no que más bien forma parte integrante.
Marx, no tocará este punto, como los clásicos tendió a darlo por supuesto, pero en otras partes se ocupo de la oferta y la demanda en lo que Oscar Lange llama con propiedad “mecanismo equilibrador”. En el momento en que la oferta y la demanda se equilibran mutuamente y por lo mismo dejan de actuar, el precio de mercado de una mercancía coincide con su valor real.

El papel de la demanda:

A Marx se le acusa a menudo de haber ignorado el papel de la demanda y el caso, es que en la medida que la discusión se limita a las proporciones del cambio de una sociedad de producción simple, la pauta de necesidades del consumidor no juega ningún papel en la determinación de los valores de equilibrio. Sin embargo cuando se concibe el problema de una forma más amplia ya no se puede prescindir de las demandas del consumidor. Así es que si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo es necesario contar con dos tipos de información:
- la información sobre el costo relativo del trabajo
- la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y otro.
Así es posible determinar el equilibrio económico general de la sociedad. Se trata de un “equilibrio” porque si no ocurre ningun cambio en las condiciones básicas persistirá y es “general” establece el valor relativo pero además establecen las cantidades producidas y la distribución de la fuerza de trabajo de la sociedad.
Hay dos visibles razones que explican el visible desden de Marx por este tema:
bajo el capitalismo la demanda efectiva es sólo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los consumidores.
Es la cuestión básica de la distribución del ingreso de lo que los marxistas llaman la estructura de clase de la sociedad.
La teoria del valor esta hecha para tomar plenamente en consideración las relaciones peculiares productivas peculiares ala producción simple de mercancías. La teoría de la plusvalía sostendrá este criterio en el caso del capitalismo. Esta consideración sin embargo por si sola, no basta para explicar el grado en que Marx desdeña las necesidades de los consumidores. Tenemos que recurrir a un segundo factor, hemos dicho que Marx se interesaba principalmente por el proceso de cambio social. Desde este punto de vista, todo lo que es en si mismo estable y sólo reacciona a los cambios. Por lo que debe recibir un puesto secundario en el plan analítico. Las necesidades, en la medida que no surgen de requerimientos biológicos y físicos elementales, son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de la sociedad. No es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, sino que por el contrario su existencia social determina su conciencia.
Los economistas ortodoxos, auque en su mayoría abordan el problema del valor por la vía de una teoria de la opción de los consumidores han tenido que reconocer la primacía de la producción y de la distribución del ingreso. ( Schumpeter admitirá que los ciclos económicos y las tendencias de desarrollo del sistema capitalista la opción de los consumidores es poco o nada pertinente). Casi todos los modernos analistas siguen la misma linea de conducta; para los Keynesianos la demanda juega un papel muy importante en su análisis, pero lo que tienen que decir de ella está dominado por la distribución del ingreso, esto es por las relaciones de producción existentes. Así veos que el desden de Marx, encuentra un amplio apoyo en las recientes tendencias del pensamiento económico.

“Ley del valor” vs. “Principio de planeación”:

Marx, llamaba ley del valor: a las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías, que regula:
las proporciones del cambio de mercancías
la cantidad producida de cada una
la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción
la condición básica para la existencia de una ley del valor es una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos. Las fuerzas actuantes incluyen la productividad del trabajo y la norma de las necesidades sociales modificada por la distribución del ingreso; y por otra las fuerzas equilibradotas de la oferta y la demanda.
La le del valor es esencialmente una teoría del equilibrio general desarrollada en primer término con referencia a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo. En una sociedad productora de mercancías, existe orden y no simplemente el caos.
La función de la ley del valor consiste en explicar como sucede estoy cuál es el resultado. La ley interna se cumple por la presión mutua, del uno sobre el otro, mediante la cual se equilibran las desviaciones y desde el punto de vista de los actores individuales, como ley ciega, manteniendo el equilibrio social de la producción en la baraúnda de sus fluctuaciones accidentales. De esto se sigue que en la medida en la que la asignación de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su importancia. En la economía política de una sociedad socialista la teoría de planeación ocuparía la misma posición básica que la teoría del valor en la ec. Política de una sociedad capitalista. Valor y planeación son tan opuestos entre sí como socialismo y capitalismo.

El valor y el precio de la producción:

El precio es tan sólo la expresión monetaria del valor. Su análisis pertenece a la teoria del dinero. Los precios de producción son modificaciones de los valores. Sin embargo son atribuibles a ciertos rasgos del capitalismo.
Los precios de producción se derivan de valores de acuerdo con ciertas reglas generales; las desviaciones no son arbitrarias. Ha prevalecido la crítica anglicana que dice que la teoria del precio de producción contradice la teoria del valor. Nada más lejos de la verdad, no sólo no la contradice, sino que se basa directamente en ella.

precio de monopolio:

la introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta, el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de relaciones cuantitativas de producción y de cambio.
Precio de monopolio: es un precio determinado sólo por el anhelo de adquirir de los compradores y por su solvencia. Independientemente del precio, que es determinado por el precio de la producción general y por el valor del producto. Es decir, el control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. En este caso la demanda adquiere una significación especial, y tanto precio como cantidad producida son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia. En consecuencia también afecta a la asignación del trabajo. Sin embargo encontraremos que este elemento arbitrario de la determinación del precio bajo condiciones monopolistas no es tan molesto como pudiera parecer en principio.
Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio; las relaciones de valor cualitativo no. Es decir, el monopolio en sí no altera las relaciones sociales básicas de la producción: la organización de la producción a través del cambio privado de los productos individuales del trabajo. Es decir cada una es una congelación de cierta cantidad de trabajo abstracto. Esto es importante porque quiere decir que aún en condiciones de monopolio, podemos seguir midiendo y comparando mercancías y conjuntos de mercancías en términos de unidades de tiempo y trabajo, a pesar de que las relaciones cuantitativas implicadas en la ley del valor han dejado de ser válidas.


IV. PLUSVALIA Y CAPITALISMO:

Es importante no confundir la producción de mercancías en general con todo el capitalismo. Es verdad que sólo bajo el capitalismo “todos o la mayoría de los productos toman la forma de mercancías”;de modo que puede decirse, ciertamente .que el capitalismo implica la producción de mercancías. Pero lo contrario no es verdad: la producción de mercancías no implica necesariamente el capitalismo. Por lo tanto, para poder aplicar nuestra teoría del valor al análisis del capitalismo es necesario ante todo examinar cuidadosamente los rasgos que separan a esta forma de producción del concepto general de producción de mercancías.

1-El capitalismo:
Bajo el capitalismo, la producción de de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo. Además tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo son mercancías, es decir, unos y otros son objetos de cambio y, por lo mismo, portadores del valor de cambio. Por tanto también las relaciones entre propietarios y no propietarios tienen el carácter de relaciones de cambio, siendo la compra y venta de la fuerza de trabajo la diferencia específica del capitalismo.
En la producción simple de mercancías el productor vende su producto a fin de comprar otros productos que satisfagan sus necesidades específicas. Empieza con Mercancías, las convierte en Dinero, y de ahí, una vez más en mercancías. Las mercancías constituyen el principio y el fin de la transacción (M-D-M) Bajo el capitalismo, por otra parte, el capitalista se presenta en el mercado con Dinero, compra Mercancías (fuerza de trabajo y medios de producción) y entonces, después de cumplido un proceso de producción, vuelve al mercado con un producto que convierte una vez más en dinero(D-M-D).Es evidente que si la D del comienzo tiene la misma magnitud que la del final, todo el proceso carece de sentido. En otras palabras el capitalista sólo va a desembolsar dinero a cambio de fuerza de trabajo y medios de producción, si en esa forma puede adquirir una cantidad mayor de dinero(D-M-D’).El incremento del dinero, la diferencia entre D’ y D es lo que Marx llama plusvalía; constituye el ingreso del capitalista como tal y “suministra” el fin directo y el incentivo determinante de la producción.
Para Marx, a diferencia de lo que ocurría con la producción de mercancías que el fin era la obtención de otra mercancía, la circulación de capital es un fin en sí misma. Los valores de uso, por lo tanto, no deben considerarse nunca como el fin real del capitalista; ni tampoco la ganancia lograda en una sola transacción. El proceso inacabable y sin descanso de la obtención de ganancias es el solo fin que persigue.

2.-El origen de la plusvalía:
Para descubrir el origen de la plusvalía es necesario ante todo, analizar el valor de la mercancía fuerza de trabajo. Cuando decimos que la fuerza de trabajo es una mercancía no queremos decir que el trabajo sea una mercancía en sí misma: el capitalista toma a salario al obrero para que éste vaya cierto día a su fábrica a realizar la tare que se le encomiende. El trabajo, en otras palabras, es el uso de la fuerza de trabajo, exactamente como, empleando la analogía de Marx la digestión es el uso del poder de digestión.
¿Cómo se determina el valor de esta mercancía tan particular? Marx responde indicando que se determina como en el caso de cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo necesario para la producción, que se traduce en el valor de los medios de subsistencia necesarios para el mantenimiento del trabajador.
Debemos resaltar lo siguiente: el valor de la fuerza de trabajo se reduce al valor de una cantidad más o menos precisa de mercancías ordinarias.
El capitalista llega al mercado con dinero y compra maquinaria, materiales y fuerza de trabajo. Los combina después en un proceso de producción del que resulta un volumen de mercancías que son lanzadas nuevamente al mercado. Marx supone que el capitalista compra lo que compra a sus valores de equilibrio y vende lo que vende a sus valores de equilibrio y, aún así, al final tiene más dinero que cuando comenzó.¿Cómo es esto posible?
Es claro que la plusvalía no puede surgir del mero proceso de circulación de mercancías, porque la única vía posible sería la elevación de precios y entonces, lo que ganamos como comprador lo perdemos cómo vendedor. Los materiales y la maquinaria no pueden transferir más valor del que ellos contienen. Esto deja sólo una posibilidad, a saber, que la fuente de trabajo sea la fuente de la plusvalía. Examinemos estos más de cerca.
El capitalista compra la fuerza de trabajo en su valor, es decir, paga al obrero como salario una suma correspondiente al valor de los medios de subsistencia del obrero. Supongamos que este valor es el producto de trabajo de seis horas después de seis horas de producción el obrero ha añadido al valor de los materiales y la maquinaria usado-un valor que reaparece en el producto-el valor adicional suficiente para compensar su propios medios de subsistencia. Pero el trabajador se ha vendido al capitalista por un día, por lo que termina produciendo más que los medios de subsistencia de un día. En consecuencia la jornada de trabajo puede dividirse en dos partes, trabajo necesario y trabajo excedente.
Debe notarse que este fenómeno sólo podría producirse en sociedades en la que la productividad del ser humano se haya elevado por encima de cierto mínimo muy bajo, todas salvo las primitivas. Más aún en todas las sociedades ha habido una clase especial que se ha apoderado del trabajo excedente(esclavitud feudalismo) Por lo tanto, en el capitalismo lo característico no es la explotación en sí, sino la forma que asume esta explotación: la producción la plusvalía.

3.-Los componentes del valor:
Por el análisis precedente se ve que el valor de cualquier mercancía producida en las condiciones del capitalismo se puede dividir en tres partes. La primera, que sólo representa el valor de los materiales y la maquinaria usados llamada “capital constante” (c) La segunda que sí que sufre alteración en su propio valor y produce
,además excedente, una plusvalía, que puede varias, que puede estar más o menos de acuerdo con las circunstancias “capital variable” (v)La tercera parte es la plusvalía misma, que se designa con la letra p. Por lo tanto:

C+v+p=valor total de una mercancía.

Esta fórmula resulta muy interesante ya que al ampliarse nos ayuda a calcular:
-Balances de empresas
-Ingresos nacionales

4.-La tasa de la plusvalía:

La fórmula c+v+p constituye la espina dorsal analítica, por así decirlo, de la teoría económica de Marx. En el resto de este capítulo definiremos y discutiremos ciertas proporciones que se derivan de ella.
La primera de estas proporciones lleva el nombre de tasa de plusvalía, se define como la proporción de la plusvalía con respecto al capital variable, y se designa con una p’:

p/v = p’= tasa de la plusvalía

La tasa de la plusvalía es la forma capitalista de lo que Marx llama la tasa de explotación ,es decir, la proporción de trabajo excedente al trabajo necesario. Los dos conceptos, tasa de explotación y tasa de la plusvalía, pueden ser usados con frecuencia el uno en lugar del otro, pero es importante recordar que el primero es el concepto más general aplicable a todas las sociedades de explotación, mientras que el segundo sólo se aplica al capitalismo. La magnitud de la tasa de la plusvalía es directamente determinada por tres factores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo .El primero establece el tiempo total que debe dividirse entre el trabajo necesario y el trabajo excedente, y el segundo y tercero juntos determinan cuánto de ese tiempo debe contarse como trabajo necesario.
En caso de aumento en la duración de la jornada de trabajo, Marx habla de la producción de plusvalía absoluta; en tanto que de la rebaja del salario real o del aumento de la productividad, que conducen a una reducción del trabajo necesario, resulta la producción de la plusvalía relativa.
Marx trabaja casi siempre con la suposición simplificada de que la tasa de la plusvalía es igual en todas las ramas de la industria. Esta suposición implica ciertas condiciones que nunca se dan sino parcialmente en la práctica. Primero, debe haber una fuerza de trabajo homogénea, transferible y móvil. Segundo cada industria y todas las empresas dentro de cada industria deben emplear exactamente la cantidad de trabajo que sea socialmente necesaria en las circunstancias existentes. En otras palabras, se supone que ningún productor opera con un nivel de técnica excepcionalmente alto o excepcionalmente bajo.
No debe olvidarse el hecho de que esta suposición no es más que una idealización de las condiciones reales. Cómo indicaría Marx: esta aproximación es siempre más grande que la medida en que el modo de producción capitalista se desarrolla normalmente y en la medida en que su adulteración por restos de condiciones económicas anteriores, es sobrepasada.

5.-La composición orgánica del capital:

La segunda proporción que se deriva de la fórmula c+v+p es una medida de la relación del capital constante con el capital variable, en el capital total usado en la producción, Marx llama a esta relación la composición orgánica del capital. La proporción más adecuada para indicar esta relación parece ser la proporción del capital constante con respecto al capital total(o)
c/c+v = 0= composición orgánica del capital-
En lenguaje no técnico la composición orgánica del capital es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo.
Como en el caso de la tasa de la plusvalía los factores que determinan la composición orgánica del capital en cualquier tiempo están sujetos a varias influencias causales. Por el momento sólo es necesario tomar nota de que la tasa de los salarios reales, la productividad del trabajo, el nivel común de la técnica (estrechamente relacionado con la productividad del trabajo)y de la amplitud de la acumulación de capital en el pasado, todo ello entra en la determinación de la composición orgánica del capital.

6.-La tasa de la ganancia:

Para el capitalista la proporción crucial es la tasa de la ganancia o, en otras palabras, la proporción del a plusvalía con respecto al desembolso total de capital. Si designamos a éste con una g, tenemos:
p/c +v=g=tasa de ganancia
Es preciso indicar algunas cosas con respecto a esta proporción.
En primer lugar, identificando directamente la plusvalía con la ganancia suponemos que no hay que pagar ninguna porción de la plusvalía al propietario en la forma de renta.
En segundo lugar, la fórmula p/c +v, hablando estrictamente, muestra la tasa de ganancia sobre el capital realmente empleado en la producción de una mercancía dada. En la práctica, el capitalista calcula usualmente la tasa de la ganancia sobre su inversión total por un período de tiempo dado, un año, por ejemplo. Aunque la total inversión no es generalmente igual que el capital empleado durante un año, ya que el tiempo de rotación de los distintos elementos de la inversión total varía gradualmente, Marx, a fin de simplificar hace la suposición de que todo el capital tiene idéntico periodo de rotación de un año.
En cuanto a los factores que determinan la tasa de la ganancia, es fácil demostrar que son idénticos a los factores que determinan la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital. En lenguaje matemático, la tasa de la ganancia es una función de la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital. Por tanto, debe mirarsela cómo dependiente de las dos variables más fundamentales, la tasa de la ganancia y la composición orgánica del capital.
Como en el caso de la tasa de la plusvalía, también en el de la tasa de la ganancia se supone la igualdad general entre las industrias y las empresas.
En este punto encontraremos por primera vez un problema teórico interesante. Si tanto las tasas de la plusvalía como las tasas de la ganancia son iguales en todas partes, se sigue, que s el cambio de mercancías debe realizarse de acuerdo con la ley del valor, la composición orgánica del capital debe ser también la misma en todas partes. Esto puede ser fácilmente demostrado suponiendo dos mercancías con iguales valores e iguales tasas de la plusvalía, pero con diferentes composiciones orgánicas del capital.
Se recordará que la afirmación de la igualdad en las tasas de la plusvalía y en las tasa de la ganancia la basamos en tendencias que nacen de la fuerza de la competencia ¿Podemos aserrar a acaso que hay también una tendencia real a la igualdad en las composiciones orgánicas del capital; de modo que pueda salvarse la dificultad haciendo aquí una suposición semejante? La respuesta es negativa, dentro de una misma industria existe indudablemente una tendencia de las composiciones orgánicas del capital de las diversas firmas a ser iguales entre ellas. Pero entre industrias productoras de mercancías por completo diferentes y con métodos muy variados, tal tendencia no existe. Por ejemplo, evidentemente no hay nada que haga coincidir las proporciones de capital constante con respecto al capital variable, en las industrias del acero y de las confecciones.
Es, por tanto, inevitable la conclusión de que en el mundo real de la producción capitalista, la ley del valor ejerce un control directo. De ningún modo se justifica, sin embargo, deducir de este hecho que la teoría del valor deba ser desechada para analizar el sistema capitalista. Se deberá estudiar las modificaciones que deberán hacerse en los resultados, si se demuestra que son de poca importancia, el análisis basado en la ley del valor quedará justificado; si, por otra parte, resultan ser bastante más grandes para alterar el carácter especial de los resultados, entonces, ciertamente, tendremos que abandonar la ley del valor y buscar un nuevo punto de partida.
La prueba que Marx aporta para esta última proposición es insatisfactoria, recurriremos a Bortkiewicz para demostrar que tanto sus métodos cómo sus conclusiones son correctos:
“Suponiendo que la composición del capital fuese la misma en todas las esferas de la producción, la ley del valor controlaría directamente el cambio de mercancías sin detener la explotación de los obreros por los capitalistas y sin reemplazar el deseo de ganancia de los capitalistas por ningún otro motivo en la determinación del volumen, la dirección y la técnica de la producción.”
Aquí tenemos en pocas palabras la razón para suponer iguales las composiciones orgánicas del capital. Estas suposiciones, sin embargo, no debe confundirse con las suposiciones de iguales tasas de la plusvalía e iguales tasas de la ganancia. Estas últimas tienen su justificación en tendencias reales existentes en una economía capitalista de competencia: la primera envuelve una abstracción deliberada de las condiciones que indudablemente existen en el mundo real. Su plena justificación sólo puede demostrarse, por lo tanto, en una etapa ulterior, cuando examinemos las consecuencias de abandonarla.

V. LA ACUMULACIÓN Y EL EJÉRCITO DE RESERVA:

1. La Reproducción Simple
Imaginar un sistema capitalista que no sufra cambios a lo largo del tiempo, permite analizar la estructura de relaciones del sistema como un todo de una forma simplificada. La Reproducción Simple, es por tanto, un sistema capitalista que conserva siempre las mismas dimensiones y las mismas proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumpla son necesarios tres requisitos:
Los capitalistas tienen que reponer cada año el capital usado
Dichos tienen que emplear toda su plusvalía en el consumo
Los obreros tienen que gastar todo su salario en el consumo

Si no se cumplieran estos requisitos se produciría bien una acumulación de capital bien un agotamiento de los medios de producción (por lo que ya no sería una reproducción simple).

Ejemplificando, sabemos que la industria está dividida en dos ramas:
I se producen medios de producción
II se producen artículos de consumo ( esta rama en ocasiones conviene dividirla en artículos de necesidad y en artículos de lujo)

Si formulamos el valor de las mercancías (visto en el capítulo anterior) de las dos ramas tendremos la representación de la producción total:
I c1 + v1 + p1 = w1
II c2 + v2 + p2 = w2
Para que se cumplan las condiciones de la Reproducción Simple:
el capital constante usado debe ser igual a la producción total de la rama de medios de producción I
el consumo de capitalistas y obreros debe ser igual a la rama de artículos de consumo
En resumen,
c1 + c2= c1 + v1 + p1
v1 + p1 + v2 + p2 = c2 + v2 + p2
Si reducimos las dos ecuaciones nos queda una única ecuación que es la condición básica de la Reproducción Simple: c2 = v1 + p1
Esta ecuación significa que el valor del capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas de los medios de producción.

El plan de reproducción es un armazón que nos permite analizar las interconexiones entre la producción total y el ingreso, es decir, la estructura de las ofertas y demandas en la economía capitalista.
La producción se divide, como hemos visto antes, en la rama de producción de medios de producción y en la rama de producción de medios de consumo. Ambas constituyen la oferta de mercancías.
El ingreso se divide en, el ingreso del capitalista que debe gastar en medios de producción para mantener su posición como tal; el ingreso del capitalista para consumo (plusvalía), y el ingreso del obrero (salario) que destina al consumo. Al haber dos ramas el ingreso lo dividiríamos en seis categorías. Todas ellas constituyen la demanda total de mercancías.
2. Las raíces de la acumulación
La reproducción simple implica no tener en cuenta la característica más esencial del capitalista, su interés por ampliar capital. Esto lo realiza convirtiendo una parte de su plusvalía en capital adicional (invirtiendo). Su capital ahora mayor, le permite apoderarse de más plusvalía que luego vuelve a convertir en capital adicional y así sucesivamente se convierte en el proceso de acumulación de capital.
La circulación D-M-D´ (proceso capitalista) refleja por un lado, objetivamente la expansión del valor del dinero y por otro el fin subjetivo del capitalista (acumulación de capital) que viene dado por su posición social en la estructura (mantener su poder y su prestigio). El capitalista que cuente una mayor tecnología en sus medios de producción será quien obtenga más plusvalía, esto produce una constante competencia entre capitalistas por el deseo de acumular cada vez más. A mayor plusvalía mejor será la posición social y por tanto, el deseo de acumulación irá acompañado de un mayor gasto en el consumo.
Marx, rechaza las teorías de la espera y de la abstinencia de los economistas ortodoxos, la primera aboga que aunque los capitalistas deseen consumirlo todo, esperan a hacerlo con interés en un futuro; y la segunda se abstiene de acumular riqueza. Ambas, para nuestro autor defienden la plusvalía, y por tanto el statu quo.

3. La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: planteamiento de problema
El proceso de acumulación implica una creciente demanda de la fuerza de trabajo. Cuando aumenta una mercancía cualquiera su precio sube y se produce una desviación del precio respecto del valor, es el momento en que otros capitalistas entran en el sector elevan la oferta y los precios vuelven a bajar. Este mecanismo equilibrador no existe en el caso de la fuerza de trabajo (no existe industria de fuerza de trabajo).
En la Reproducción simple la fuerza de trabajo se vendía en su valor pero con la acumulación al elevar su demanda, la igualdad entre salarios y valor de la fuerza de trabajo se rompe.
Expliquemos esta brecha comparando a Ricardo y a los economistas clásicos con el pensamiento de Marx. Para el primero, cuando el precio del mercado de trabajo excede a su precio natural, el trabajador lleva una vida más próspera lo que estimula a un crecimiento de la población por lo que el número de trabajadores aumenta y los salarios vuelven a caer. El mecanismo de ajuste, para Ricardo y los clásicos sería la demografía, esto es la teoría de la población.
Para Marx lo importante no será la demografía sino el ejército de reserva del trabajo.

4. La solución de Marx: el ejército de reserva del trabajo
Los salarios tienden a subir bajo la acumulación, pero Marx se pregunta qué es lo que detiene a los salarios para que la acumulación y la plusvalía sigan siendo los rasgos característicos de la producción capitalista. La respuesta es el ejército de reserva del trabajo, obreros desocupados que mediante una competencia activa en el mercado de trabajo ejercen una presión descendente de los salarios. Estos obreros son el pivote sobre el cual opera la ley de la demanda y de la oferta del trabajo.
El ejército de reserva se compone principalmente de trabajadores desplazados por la maquinaria, esto implica un aumento de los gastos de los capitalistas en maquinaria y materiales (aumento de la composición orgánica del capital) y menos en capital variable (salarios). Esto puede llevar a un descenso absoluto de la demanda de fuerza de trabajo o a un retraso de la demanda, en este caso si la población aumentara el ejército de reserva también aumentaría.
El ejército de reserva se vaciaría al producirse una expansión rápida del capital, desaparecería el obstáculo que frena el alza de los salarios, pero llega a un punto que la acumulación se retrasa y el alza de los salarios se detiene.
Las crisis y las depresiones, junto a la mecanización actúan como mecanismo capitalista para restablecer el ejército de reserva cuando se está reduciendo.
Si nos imaginamos un diagrama del proceso industrial, nos encontramos que el empleo industrial está alimentado por un lado de trabajadores nuevos y por otro lado los trabajadores del ejército de reserva que se incorporan al mercado laboral. El empleo industrial lo abandonan en primer lugar los que concluyen su carrera productiva y en segundo los desplazados por la industria (maquinaria) ambos pasan al ejército de reserva. Por último hay trabajadores que directamente se incorporan al ejército de reserva por no encontrar trabajo y hay otro grupo que sin incorporarse nunca al empleo industrial directamente se retiran.
En una fase ascendente del ciclo económico el Ejército de Reserva se reducirá creándose más empleo, y en un periodo de crisis el Empleo Industrial se reducirá creciendo el ejército de reserva.
V. La naturaleza del proceso capitalista
La economía política clásica (apoyada en la teoría de la población) predecía un fin del progreso económico. Un elevado número de habitantes incitado por el creciente proceso de acumulación llevaría a que todas las cosas necesarias para la vida tuvieran que producirse e implicaría un alza en el valor del trabajo (no en el salario real), un descenso de la ganancia respecto a la producción total y el sistema caería cuando el riesgo a asumir por el capitalista no se compensara con las ganancias. Esta teoría malthusiana murió cuando en la década de 1870 las tasas de natalidad cayeron en Europa.
El desarrollo de la teoría económica de Marx toma a las innovaciones y a los descubrimientos productivos como condiciones necesarias para la existencia del sistema capitalista. Ya que a través de estas nuevas tecnologías (que ahorran trabajo) es como se recluta al ejército de reserva y que este exista, es lo que hace que la plusvalía sobreviva y como consecuencia su clase (la burguesía).
En conclusión, los cambios en los métodos de producción llevan consigo un cambio en las relaciones sociales.




VI. LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA:

La formulación de la ley por Marx

La mecanización del proceso productivo incitado por la acumulación, lleva a una mayor productividad en constante crecimiento, por lo que requiere un mayor desembolso del capitalista en materiales y maquinaria (composición orgánica del capital) esto llevó a Marx a formular la “ley de la tendencia descendente del capital” con la siguiente fórmula:
g= p´ (1-o)
De esta fórmula derivamos que si o tiende a crecer g tenderá a disminuir.
Lo que quieres decir, es que existen barreras para el desarrollo indefinido del capitalismo. La tendencia descendente de la tasa de ganancia pone límites al capitalismo. Y este se convierte en un modo histórico de producción limitado por sus condiciones materiales.

Las casusas contrarrestantes

Existen seis causas por la que la “ley general de la tasas descendente de la ganancia” se convierte solo en una tendencia.
Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso continuo de la maquinaria al mismo tiempo que eleva la productividad del trabajo disminuye su valor por unidad del capital constante (se amortiza).
Aumento de la intensidad de explotación. Los capitalistas utilizan métodos como acelerar y estirar para compensar la tendencia descendente de la tasa de ganancia. Aceleran dejando menos tiempo al trabajo necesario y más al excedente para así aumentar la plusvalía. Estiran, prolongando la jornada de trabajo.
Depresión de los salarios más debajo de su valor. Intento de una constante reducción de los salarios por parte de los capitalistas.
Sobrepoblación relativa: El ejército de reserva tiende a presionar a la fuerza de trabajo activa así deprimiendo los salarios.
Comercio exterior. Hace posible adquirir materiales más baratos por lo que si se abarata el capital constante, la plusvalía aumenta.

Una crítica de la ley

Para Marx la tendencia de la tasa de ganancia a caer se basa en el supuesto de que la tasa de plusvalía se mantiene constante mientras la composición orgánica del capital aumenta. Sin embargo, un ascenso de la composición orgánica del capital va acompañada de un aumento de la productividad del trabajo, y el propio sistema teórico de Marx nos dice que implicaría un crecimiento de la tasa de plusvalía.
Si la composición orgánica del capital y la tasas de plusvalía son variables, la dirección en que la tasa de la ganancia cambiará se hace indeterminada .

No ha ninguna suposición general de que los cambios en la composición orgánica del capital sean relativamente tan superiores en los cambios en la tasa de plusvalía. Es por esto, por lo que la formulación de la ley de de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia de Marx no resulta convincente, lo que no significa que no haya ninguna tendencia de la tasa de la ganancia a descender, sino que no es posible demostrarla a partir de la composición orgánica ascendente del capital.
Las fuerzas que tienden a deprimir la tasa de ganancia hay que buscarlas en el proceso de acumulación del capital. (La acumulación conlleva una demanda de salarios que actúa reduciendo la tasa de plusvalía expresado en un descenso de la tasa de ganancia). Los capitalistas no se dejan someter por estas fuerzas y utilizan la innovación tecnológica para economizar y así mantener o elevar su tasa de ganancia. Por tanto este nuevo aumento de la composición orgánica del capital tenderá a aumentar la tasa de plusvalía.Existen otras fuerzas que tienden a deprimir o a elevar la tasa de ganancia:
Fuerzas que deprimen la tasa de ganancia:
-Sindicatos. Son el instrumento más importante con el que cuentan los trabajadores para mejorar sus condiciones laborales y hacen frente al obstáculo que representa el ejército de reserva para la elevación de los salarios.- Acción del Estado en beneficio de los trabajadores. Actúa de diversas maneras: limitación legal de la jornada laboral (reduce la plusvalía), seguro de desempleo, derecho a la contratación colectiva (mantenimiento de salarios)…Fuerzas que elevan la tasa de la ganancia:
- Organizaciones patronales. Actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo. Influencia ascendente de la tasa de ganancia- Exportación de capital. Sofoca la presión sobre el mercado de trabajo doméstico, impidiendo que la acumulación tenga todo su efecto depresivo sobre la tasa de ganancia.- Formación de monopolios. Los crean los capitalistas para mejorar su tasa de ganancia.- Acción del Estado en beneficio del capital , proteccionismo.

El análisis de estas fuerzas nos hace ver que en el capitalismo todo ha de ser detenidamente examinado y probado por su influencia sobre la tasa de ganancia.


VIII. LA NATURALEZA DE LA CRISIS CAPITALISTA:

A pesar de que Marx nunca perdió de vista el problema de la crisis, no se encuentra en ninguno de los escritos de Marx nada que se aproxime a un examen completo o sistemático de la materia.
Razones de peso explican tal deficiencia. La crisis son fenómenos extraordinariamente complicados. Una gran variedad de fuerzas económicas les da forma en mayor o menor medida por lo que la crisis cómo fenómeno complejo no podía ser plenamente analizada en los niveles de abstracción a que El Capital se reduce. Lo que sí encontramos son todos los aspectos del problema de la crisis que aparecen en los niveles de abstracción más altos. Tal vez pueda decirse con certeza que si Marx hubiera vivido para completar su análisis de la competencia y el crédito nos hubiera dado un examen cabal y sistemático de la crisis. Resultó, sin embargo que las crisis tuvieron que quedarse en la lista de las tareas inconclusas.
En estas circunstancias y en vista de la importancia práctica del problema, era natural que los partidarios de Marx dedicaran una gran atención a la teoría de la crisis. Por lo tanto, no es posible tratar de las crisis dentro del marco general de la economía política de Marx sin tomar en consideración los escritos marxistas posteriores.

1.-La producción simple de mercancías y las crisis:

El paso de la etapa de truque(M-M’) a la etapa de producción de mercancías con la introducción de una moneda o medio de circulación bien aceptado (M-D-M) permitió dividir el acto del cambio en dos partes que, por la naturaleza misma del caso, pueden estar separadas en el tiempo y en el espacio. El uso de la moneda permite al productor vender su producto cuando está terminado y comprar a su satisfacción lo que le haga falta. De este modo se ahorra mucho tiempo y resulta posible la verdadera especialización, que es la base de la productividad incrementada.
Todo esto es lugar común. Pero lo que tal vez no sea generalmente admitido es el hecho de que la organización de la producción por medio del cambio privado, en la forma ya dicha, lleva consigo la posibilidad de una crisis de índole tal que sería inconcebible en una economía más simple. Podría ser dibujada de la siguiente manera:

Si el productor A vende y después, por una razón cualquiera, deja de comprar a B, éste no habiendo logrado vender a A, no puede comprar C; y este, no habiendo podido vender a B, no puede comprar a D; y así sucesivamente.
Encontramos aquí una crisis peculiar en la que coinciden existencias que no se pueden vender y necesidades insatisfechas: una crisis de sobreproducción. Por supuesto, en este caso sería absurdo afirmar que la sobreproducción es la causa de la crisis, más bien la sobreproducción es la consecuencia de la crisis. En el ejemplo ofrecido, la “causa” ha de buscarse en las circunstancias que indujeron al productor A a interrumpir el proceso de cambio de sus propios productos, por los productos de otros.

Rastreando las posibles causas que podrían inducir a los productores a dejar de intervenir en este proceso de intercambio desorganizando el sistema de producción simple, tendríamos: los fenómenos externos y el atesoramiento.
Observémoslos con atención.:
-Los fenómenos externos, cómo las guerras las catástrofes naturales y las cosechas malogradas, seguramente darían lugar a una crisis de déficit agudo más bien que de excedentes invendibles.
-El atesoramiento es difícil que pudiera provocar una crisis del carácter tan violento y súbito a que estamos acostumbrados en el mundo moderno.

Parece segura la conclusión de que excluidos estos, las crisis son posibles pero más bien improbables, o cuando mucho accidentales, bajo la producción simple de mercancías.
Esta conclusión brota esencialmente de las condiciones básicas de la producción simple de mercancías. La circulación de M-D-M lleva en sí, ciertamente, las posibilidades de una crisis, pero al mismo tiempo significa producción para el consumo; y puesto que el consumo es fundamentalmente un proceso continuo, hay pocas razones para esperar que las posibilidades se conviertan en hechos.

2.-La ley de Say:
Los economistas clásicos mostraron su falta de perspectiva histórica en su constante incapacidad para distinguir entre producción simple de mercancías y producción capitalista. Los teoremas elaborados a base de suposiciones implícitas de la producción simple de mercancías fueron con frecuencia generalizados y aplicados erróneamente a la producción capitalista.
Uno de los ejemplos más claros de lo dicho nos lo ofrece el principio que se ha hecho famoso en la literatura económica, con el nombre de “Ley de los mercados de Say”.
La ley de Say sostiene que a una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad;en otras palabras que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y, por lo tanto , no puede haber crisis ni sobreproducción. La tesis correcta de que la crisis y la sobreproducción son improbables bajo la producción simple de mercancías, se convierte en la tesis falsa de que la crisis y la sobreproducción son imposibles en cualesquiera circunstancias. Aceptando la ley de Say, a veces explícita y a veces tácitamente, los economistas clásicos cerraron el camino de la teoría de las crisis; como resultado sus contribuciones a la materia fueron fragmentarias, inconexas y de escaso valor permanente.
Nadie advirtió esto más claramente que Marx, dedicando mucha atención a elaborar una crítica detallada de la ley de Say (en su versión ricardiana):
-Uno no está obligado a comprar sólo porque ha vendido, la venta y la compra están separadas en el tiempo y en el espacio.
- El dinero es algo más que “el medio por el cual se efectúa el cambio”, cómo afirmaba Ricardo. El dinero es el medio por el cual se dividen dos transacciones complementarias: la compra y la venta. Si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis y la sobreproducción.

3.-El capitalismo y la crisis:

La forma de circulación M-D-M, que es característica de la producción simple de mercancías, se convierte bajo el capitalismo en D-M-D’. Desde el punto de vista de la circulación del capital esta es la diferencia fundamental entre ambas:
El fundamento racional de M-D-M es claro. La M al comienzo y al final son iguales, no se intenta aumentar el valor de cambio sino obtener un mayor valor de uso: la primera M no tiene valor de uso para el productor (un ganadero con una vaca) por lo que introduce su producto en el mercado no para enriquecerse sino para obtener algo que le sea necesario, la M final que sí que le es necesaria (unos zapatos). Esto es lo que se quiere decir cuando se dice que la producción simple de mercancías es producción para el consumo, y esto lo que explica la improbabilidad de la crisis y de la sobreproducción en las condiciones de la producción simple de mercancías.

El caso de D-M-D’, la forma dominante de la circulación bajo el capitalismo es por completo diferente. Tanto la D al principio cómo la D al final representan valor de cambio, cuando el capitalista introduce la primera D lo que espera no es obtener una mercancía sino que su finalidad es que la diferencia entre la D’ y la D sea lo más (positivamente) alta posible. La apropiación de más y más riqueza es su único móvil. Tenemos aquí un nuevo elemento que faltaba totalmente en la producción simple de mercancías. Pues aunque el avaro pueda compartir con el capitalista la pasión por la riqueza en abstracto, la satisface retirando dinero de la circulación; en tanto que, el capitalista devuelve constantemente su dinero a la circulación, y en esa forma cambia el carácter de proceso mismo de la circulación. Esto es lo que se quiere decir cuando se dice que el capitalismo es producción para obtener más ganancia, y eso es lo que explica, como pronto lo veremos, por qué el capitalismo es peculiarmente susceptible a las crisis y a la sobreproducción.

Se debe aclarar que al aparecer el capitalismo la forma M-D-M no deja de existir o de ser pertinente. Sin duda, para la gran mayoría de la gente la circulación sigue tomando esa forma M-D-M con todo lo que ello implica. Los trabajadores son estimulados por un deseo de valores de uso y lo que parece ser “acumulación” (mediante los bancos de ahorros, las compañías de seguros, etc.) son más bien formas de asegurarse su subsistencia cuando ya no puedan vender su fuerza de trabajo.
La diferencia de conducta y de motivos entre el capitalista y el obrero no tiene, por supuesto, nada que ver con la “naturaleza humana”. Proviene de la diferencia entre D-M-D’ y M-D-M, es decir, de las circunstancias objetivas diferentes en que cada quién está colocado. Por no hacer esta distinción, la economía política ortodoxa ha caído con frecuencia en uno u otro de los dos errores opuestos: o bien suponer que en el capitalismo cada uno es impulsado por el deseo de obtener ganancias, o el error de suponer que cada uno se interesa solamente en los valores de uso.
Analicemos ahora la relación entre D-M-D’ y el problema de la crisis. El capitalista está interesado en elevar al máximo su tasa de la ganancia (el aumento de D [D’-D] en relación al capital invertido inicialmente D)
Ahora bien, en lo que concierne a la posibilidad formal de la crisis no hay diferencia entre la producción simple de mercancías y capitalismo. Lo que se dijo antes analizando la producción simple de mercancías es igualmente aplicable aquí.
Cualquier interrupción en el proceso de circulación, cualquier retención del poder de compra respecto del mercado, puede iniciar una contracción en el proceso de la circulación, que dará origen al fenómeno de la sobreproducción y que pronto se reflejará en un descenso de la producción misma. Pero hay una gran diferencia, la de que mientras antes era difícil advertir lo que podría iniciar tal contracción, ahora es claro de todos modos que si algo le ocurre al aumento de D, el capitalista reconsiderará inmediatamente la conveniencia de la lanzar su D a la circulación. El aumento de D constituye el talón de Aquiles del capitalismo, que faltaba en la producción simple de mercancías.
Por ahora examinaremos dos casos. En mi primer lugar, si desaparece el aumento de D o la diferencia entre la D’ Y D se vuelve negativa, el incentivo de la producción capitalista dejará de existir. Los capitalistas retirarán su capital, se reducirá la circulación y comenzará una crisis seguida de sobreproducción.
Esto es un caso extremo que no tendrá probablemente su duplicado en la práctica. Es el resultado de una crisis particularmente severa; es, en otras palabras, un fenómeno de depresión y difícilmente puede usarse para explicar el comienzo de la crisis.
Nuestro segundo caso, por consiguiente, es el de un descenso en el aumento de D o para emplear una terminología más conocida, en la tasa de ganancia. Es un principio general aceptado que si la tasa de ganancia desciende por debajo del nivel ordinario en cualquier industria particular, los capitalistas retirarán su capital de esa industria para colocarlo en otra. Sin embargo, si la tasa de ganancia desciende más allá del nivel ordinario en todas o casi todas las industrias al mismo tiempo, nada puede ganarse de pasar de una a otra. Cuando esto sucede, los capitalistas no están obligados a seguir reinvirtiendo bajo condiciones que deben considerar como desfavorables; pueden posponer la reinversión hasta que las condiciones sean favorables otra vez, es decir, hasta que la tasa de la ganancia alcance de nuevo el nivel ordinario, o bien hasta que se hayan resignado a una nueva y más baja norma de la tasa de ganancia. Entre tanto, el aplazamiento de la reinversión había interrumpido el proceso de circulación y provocado la crisis y la sobreproducción. La crisis y la depresión subsiguiente forman parte, en realidad, del mecanismo por el cual la tasa de la ganancia es restituida completa o parcialmente a su nivel previo.
Podría pensarse que los capitalistas ante una tasa de ganancia anormalmente baja, en vez de conservar su capital en dinero aumentarían su consumo personal. Considerar esto implicaría olvidar lo más esencial del capitalismo, el apremio incesante de acumular capital.
El tema de esta sección puede ser como sigue: la forma específica de la crisis capitalista es una interrupción del proceso de circulación provocada por un descenso en la tasa de la ganancia más allá de su nivel ordinario. Es interesante y, además, instructivo advertir que la moderna teoría del ciclo económico ha llegado a una conclusión que, aunque aparentemente inconexa, es no obstante, en esencia, muy similar a la posición marxista. Los teóricos modernos comienzan en un nivel de abstracción más bajo que Marx: para ellos la clase capitalista se divide en dos secciones, la de los empresarios que organizan y dirigen los procesos de la producción, y la de los poseedores de capital en dinero, que suministran bajo la forma de préstamos a intereses los fondos que los empresarios necesitan para sus operaciones. En este supuesto ¿Qué puede significar una subida de interés que acarrea una bajada de la inversión del empresario? Lo que esconde es el hecho de que el empresario capitalista antes de prestar su capital a tipos inferiores, lo prefieren conservar en forma de dinero.
Es esencialmente el mismo fenómeno que la negativa de los capitalistas empresarios a invertir cuando la tasa de ganancia desciende más allá de su nivel ordinario. En términos generales, éstos son modos alternativos de decir que la clase capitalista en su conjunto restringe sus actividades de inversión cuando la tasa del beneficio del capital cae por debajo de cierto nivel que es más o menos preciso en cualquier tiempo y lugar particulares.
De esta forma, aún faltado las disposiciones institucionales que den origen a un mercado de dinero y a un tipo de interés, la producción capitalista seguirá sujeta a las crisis provocadas por las fluctuaciones en la tasa de la ganancia.


4.-Los dos tipos de crisis:

Si el análisis anterior es correcto, se sigue que el examen de las causas de la crisis debe hacerse en términos de las fuerzas que operan sobre la tasa de la ganancia. A este respecto a ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia es evidentemente apropiada.
Habíamos supuesto que las condiciones de la ley del valor se satisfacían plenamente, si ahora abandonamos esta suposición aparece otra posible causa del descenso en la lucratividad. Los capitalistas pueden hallarse incapacitados para vender las mercancías en sus valores. El punto es obvio cuando se aplica a una sola mercancía; si se produce demasiado, el precio de mercado cae por debajo del valor, y la ganancia se reduce o desaparece. Si esto ocurre en un número suficiente de industrias al mismo tiempo, el resultado es un descenso general en la tasa de la ganancia, seguido de una crisis. En este caso, sin embargo, el descenso en la lucratividad es ya un síntoma de de desequilibrio, intensificado ahora por la crisis subsiguiente. La dificultad esencial es la de realizar el valor que, en un sentido físico, está ya incorporada en las mercancías acabadas (Crisis de realización)
Es importante advertir la diferencia entre ambas crisis:
En un caso tenemos que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema del valor; en el otro, tenemos que ver con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear déficit general en la demanda efectiva de mercancías no, sin duda, en el sentido de que la demanda sea insuficiente para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria. El punto de partida en ambos casos es el mismo: un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de la ganancia en un caso, requiere un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de la ganancia en el otro,

LA INTERRELACIÓN

la importancia de la interrelación como método de aprendizaje.

Al inicio del curso, asistimos a semanas en las que a través de noticias, que cada uno escogiamos, las relacionabamos para acabar llegando a la materia didáctica.
Entonces se me propuso la duda, de porqué ese método. En el momento no supe responderlo y lo aparque. Han pasado los meses, y alguna nueva idea a surgido. NO me avernturó a decir si correcta o no. Pero idea al fin de al cabo.
Para comprender el mundo que habitamos, un mundo en el que tiempo y espacio se han desvanecido, debemos de ser capaces de dotar a nuestras actividades cognitivas de la capacidad de interrelación, de ver que relamente todo está relacionado.
y más en las cuestiones que se tratan en una carrera como la nuestra. La transdisciplinariedad es un fénomeno a la orden del día que por su vigencia e importancia se impone de forma irremediable.
se trata de una solución con miras a alcanzar un mayor entendimiento. Va más allá de los ámbitos esbozados por las disciplinas estrictas. Mientras que el lenguaje de una discplina puede limitarse a describir algo,puede resultar necesario, una actividad interdisciplinaria para explicar algo ( una relación de elementos) por esta misma razón para etender algo ( como un sistema se interpreta por otro de mayor complejidad). se requiere una participación personal que vallá más allá de las fronteras disciplinarias, convirtiéndolo así en una experiencia transdisciplinaria.

por lo tanto nuestra capacidad de entender debe expandirse ser capaz de ver más allá del fenómeno concreto. desde una visión más amplia comprender en que contexto se inscribe.
l relación de temas, de procesos, de acontecimientos que se suceden, es una pauta básica. Un entrenamiento, para llegar al conocimiento real que es aquel que se insribe en el mundo globalizado actual

miércoles, 6 de febrero de 2008

un brindis por los sueños

en pleno periodo de examenes, pero la verdad como continuo, de forma constante como un goteo interminable, leemos, oimos... agravios,
se nos situa como una juventud perdida sin ideales, sin cultura, sin sueños...que sólo piensa en la fiestas, las drogas y el sexo. a la que se lo han regalado todo...

con estas lineas no se pretende negar la veracidad de esas palabras.
cierto es que muchas veces parece corrernos horchata por las venas, tras tanta informaciçon parecemos no ser capaces de conmovernos con nada, nos han acostumbrado demasiado bien, ala violencia, a los niños de biafra, a las injusticias, al amor, en el que vale la mentira... a tantas y tasntas cosas que no son como deberian... que en definitiva nos han enseñado a vivir en un mundo... en el que pese a que nada es como se desea, no se puede cambiar...pero aun y con todo, hay quienes soñamos,quienes consideramos que es nuestro mejor vehiculo para la libertad, el sueño, la ilusión y aun, en el peor de los casos, los perdidos, aquellos que creen que el sueño puede hacerse realidad... como muestra de aquellos soñadores a los que aun queda esperanza...las lineas que siguen, no tendremos interes por nada, seremos unos perdidos pero aun hayq quien es capaz de escribir con en alma, impidiendo que se pierdan las esencias...

coge mi mano y vente conmigo
lejos muy lejos, a través del campo
sueltate y corre, no pares de correr
buscando lo que miro
encontrandote en mi camino
junta tus lagrimas
ante un cuelo estrellado
yo me sente frente al horizonte
tu lo clareaste con tu mano
naciendo un lejano astro de oro blanco.

por un sueño, por una palabra por un silencio, por un posible compartir...
tendremos horchata, aunque os emepñeis en alienarnos, siempre habra quien se encargue de demostraros vuestro equivoco.....